Teoría de la Luna-Gota

La Luna se formó a partir del impacto de un cuerpo celeste contra la Tierra, de tal manera que el "impactor" al penetrar en la esfera terráquea provocó múltiples protuberancias, "salpicaduras" de material terrestre: un cono de eyección (del mismo material y generado donde el "impactor" había penetrado) emergió verticalmente, alcanzando una distancia suficiente para que su cúspide no fuera reabsorbida por la gravedad, quedando esa porción esférica en órbita en torno a nuestro planeta, convirtiéndose en el satélite al que llamamos Luna.