España tuvo su 'Titanic'


Un trasatlántico naufraga en aguas del Atlántico y mueren decenas de personas. Camarotes de lujo, maderas nobles y millonarios exhibiéndose. Compartimentos de tercera clase con emigrantes hacinados. El barco no se llamaba 'Titanic' ni corría el año 1912. Habían pasado cuatro años desde aquella fecha y la tragedia estuvo protagonizada por los españoles que viajaban en el vapor 'Príncipe de Asturias' con destino Buenos Aires.

El mar esconde muchos secretos y uno de ellos se asemeja al del barco británico, con la diferencia de que casi nadie recuerda el relato de cómo perdieron la vida cerca de 500 personas. Tampoco lo conocía el periodista Francisco García Novell, que se topó con la historia del 'Príncipe de Asturias' mientras preparaba un documental sobre otro navío y quedó tan enganchado que le dedicó los siguientes dos años.

"La historia es igual a la del 'Titanic'. La diferencia es que éste es un trasatlántico del Atlántico Sur y el 'Titanic' del Atlántico Norte. Los más modernos de la época"

Fruto de aquellas horas es la novela 'Naufragio' (La Esfera de los Libros), que, con el fondo de rigor de una investigación en toda regla, devuelve con algún recurso de narración unos momentos históricos fascinantes, el hundimiento en poco menos de 10 minutos, frente a las costas de Brasil, del barco de la compañía Pinillos.

"Descubrí una referencia al 'Príncipe de Asturias' en la página web del experto Fernando García Echegoyen, que sabe mucho de barcos hundidos y de pecios", explica García Novell sobre el barco que llenó muchos de sus momentos. "Despertó mi curiosidad porque la historia es exactamente igual a la del 'Titanic'. La diferencia es que éste es un trasatlántico del Atlántico Sur y el 'Titanic' del Atlántico Norte. Un gran trasatlántico. El más moderno de la época. Lo era el 'Titanic' y lo era el 'Príncipe de Asturias'. Pensé 'aquí hay un documental'".

Y lo había (todavía está en proceso de producción y espera terminarlo a principios del año que viene y emitirlo en el Canal de Historia), pero también se camuflaba el libro que recupera al capitán vasco José Lotina, a la joven comerciante gallega Marina Vidal Castro, al abuelo decorador del escritor Julio Cortázar, a la adinerada familia Chiquirrín de Pamplona...Todos estaban encerrados en documentos deslavazados y distantes que, como piezas de un puzzle, había que unir.